El pasado 10 de enero, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos anunció su norma final para prevenir la clasificación errónea de trabajadores como contratistas independientes, marcando un cambio significativo en las reglas establecidas durante la era Trump. La medida, efectiva a partir del 11 de marzo, busca reducir el riesgo de clasificación errónea de los empleados.
Sin embargo, la industria del transporte por carretera, representada por la Asociación de Conductores Independientes de Propietarios-Operadores (OOIDA), expresó su preocupación. Mientras el presidente de OOIDA, Todd Spencer, respalda la intención del Departamento de seguir prácticas de larga duración, también destaca que estas reglas podrían obstaculizar el espíritu empresarial, especialmente para aquellos que buscan iniciar sus propios negocios en la industria del transporte por carretera.
La norma, que difiere de la controvertida Prueba ABC de California, se basa en una prueba de realidad económica multifactorial que analiza seis factores clave. Estos incluyen la oportunidad de obtener ganancias, inversiones, control y la naturaleza del trabajo realizado.
En contraste, las Asociaciones Estadounidenses de Camioneros (ATA) critican enérgicamente la regla, calificándola como antiamericana y limitadora de la libertad de elección laboral. Según ATA, más de 350,000 camioneros eligen trabajar como contratistas independientes por la oportunidad económica y la flexibilidad que proporciona.
En paralelo, la Casa Blanca confirma la nueva nominación de Julie Su como secretaria del DOL, un nombramiento que genera incertidumbre y desafíos legales previos. Este cambio normativo plantea preguntas importantes sobre el futuro laboral de los conductores en California y la flexibilidad que ofrecerá el nuevo régimen.
Aunque la mayoría de los empleados y grupos de defensa apoyan la propuesta del Departamento de Trabajo (DOL).
La industria del transporte por carretera en California y en todo Estados Unidos se encuentra en un momento crucial. La flexibilidad y autonomía de los propietarios-operadores están en juego, y el sector está atento a cómo evolucionarán estas reglas en los próximos meses.